Digo esto porque el erotismo es, en sí mismo, deseo: una disparo hacia un más allá, mas alla de donde jamas un hombre se ha imaginado, donde el cuerpo que da atrás donde la conciencia se dobla y se torna difusa, solo donde las almas bailan al unísonos y vibran con tal frecuencia que la luz emanada es deslumbrante, por que todo hombre tiene la oportunidad del deseo de la pasión y mas aun uno que donde el deseo de poseer le ha poseído detrás del encierro de esos ojos
agotados tras el deseo de libertad emancipado de odio por trémulas formaciones de barbullas que muere y revive tras cada golpe de sístole y del diástole.
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